La apertura es una parte importante del ajedrez. Si eres capaz de jugar una apertura fuerte, podrás lograr una buena posición en el medio juego. Pero a veces los jugadores toman el hábito de memorizar muchas jugadas de apertura y no aprender el motivo detrás de lo que hacen. No se dan cuenta que podrían estar perdiéndose oportunidades brindadas por el oponente al hacer una jugada distinta de la memorizada. Si estamos en piloto automático en la apertura nos perderemos esas oportunidades inmejorables para conseguir una posición aún más fuerte de lo que habíamos esperado originalmente.
Veamos un ejemplo básico de una partida: 1.f4 c5 2.Cf3 d5 3.b3 Cc6 4.Ab2 Cf6 5.e3 g6, y ahora nos encontramos en la posición de la derecha. Aquí estamos en la etapa de la apertura de la partida, donde intentaremos desarrollar todas nuestras piezas y enrocar.
En esta posición tenemos varias opciones para desarrollar: 6. Ae2, Ab5 y Cc3. Cada jugada desarrolla una pieza, y aparentemente es razonable. Si estuviéramos en piloto automático no tendríamos ninguna preferencia por ninguna de ellas. Pero si no estamos en piloto automático, observaremos que nuestro alfil en b2 y el caballo en f3 trabajan juntos para controlar una determinada casilla. ¿La ves? La casilla e5 está firmemente bajo nuestro control.
¿Cuál de estas jugadas de desarrollo nos ayudará a trabajar coordinadamente con las otras piezas? Está claro que con 6. Ab5 se clava el caballo del oponente, que está luchando contra nuestro control de e5. Al escoger la jugada 6. Ab5 estamos evitando el peligroso problema del piloto automático, y en su lugar estaremos haciendo una jugada de desarrollo que funcionará bien con las otras piezas. Las otras jugadas no son malas en sí mismas, pero no coordinarían bien con el plan que tienen las demás piezas.
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Aquí tenemos otro ejemplo de una apertura que podría haberse jugado con piloto automático. Después de 1.c4 c5 2.b3 Cf6 3.Ab2 g6 tenemos la posición de la derecha. Aquí las Blancas podrían hacer fácilmente varias jugadas distintas, como 4. e3, g3, Cc3 o Cf3, y tendrían una buena posición. Pero si desconectamos el piloto automático podremos ver la posibilidad oculta que tenemos en la posición: 4. Axf6! Este intercambio peculiar crea una casilla débil en d5 después de 4…exf6 y permitirá que todas nuestras piezas trabajen juntas concentrándose en esa casilla. Con Cc3, g3, Ag2, e3, Cge2-f4 todo nuestro ejército estará trabajando junto hacia una sola meta: ¡dominar la casilla d5!
Sería una serie de jugadas fuertes con la que las Negras estarían presionadas para buscar una forma de contrarrestar nuestro plan. Pero todo esto sería imposible si estuviéramos en piloto automático durante la fase de apertura.
Así que asegúrate siempre de pensar bien tus jugadas, incluso en la apertura. No juegues ciegamente las jugadas memorizadas sin revisar qué otras opciones puedes tener para la posición. Estate siempre alerta a estas posibilidades, y evita siempre la peligrosa trampa del piloto automático.
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